Introducción 3: Técnicas literarias usadas por Isaías


Isaías: Los tiempos del cumplimiento, un comentario versículo por versículo por Iván D. Sanderson, está disponible en forma impresa en Deseret Book y Amazon.com y como un e-libro en español y en inglés para Kindle.

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Los escritos de Isaías son poéticos porque son hermosos. Su elocuencia, su capacidad de contener gran significado en pocas palabras, y su empleo extenso de técnicas literarias y estructurales para alcanzar sus objetivos literarios revelan una habilidad artística que requeriría muchos años para cultivar y desarrollar. De hecho, el nivel de habilidad literaria de Isaías es inalcanzable excepto por muy pocos escritores que han vivido sobre la tierra.

¿Qué es la poesía? Lejos de ser simplemente una forma literaria en la cual el ritmo y la rima son características, la poesía es una forma compleja de arte en la cual la belleza es un objetivo importante intencionado por el escritor. Todas las artes, incluyendo la música, la pintura, el baile, el diseño, la escultura, el drama, la poesía y la prosa escritas, comparten elementos que personifican lo que consideramos la belleza. Estos elementos incluyen el ritmo, el color o el humor, la variedad dentro de la unidad, el modelo, la repetición, el contraste, y el movimiento o la acción, todos los cuales influyen en las emociones humanas. Los escritos de Isaías son poéticas y son hermosas porque tienen un profundo impacto emocional, dado a sus lectores por medio de su empleo experto de estos elementos.

Sorprendentemente, los ritmos y los modelos de Isaías son de ideas, más bien que de palabras o rimas. Por tanto, su expresión poética no se pierde en la traducción; la hermosura de los escritos de Isaías se manifiesta en cualquier idioma.

El aspecto espiritual de los escritos de Isaías ha sido unido sin costura con su expresión artística extraordinaria. El impacto emocional impartido por su habilidad artística es amplificado por su percepción espiritual indefectible y la perspicacia profética que tenía con respecto al pasado, el presente y el futuro. El lector, bajo la influencia del Espíritu Santo, entiende cosas tanto espiritualmente como emocionalmente. Así, la luz pura de la revelación se manifiesta en los escritos de Isaías de una manera extraordinaria.

Las claves para entender los escritos de Isaías, registradas en el capítulo previo,[1] exponen el mismo enfoque utilizado por Nefi en el Libro de Mormón. Éstas resultan en una interpretación general que claramente describe los significados de Isaías pero no interpretan palabra por palabra ni aun oración por oración. La octava clave de McConkie: “Aprender la manera de profetizar que se usaba entre los Judíos en los días de Isaías”, ha sido un tropiezo entre los Santos de los Últimos Días por generaciones. Esta falta de entendimiento ha dado como resultado que a veces se salteen las partes de Isaías en el Libro de Mormón, aunque sean ricas en belleza y significado. Nefi explica su razonamiento:

“Ahora bien, yo, Nefi, hablo algo con relación a las palabras que he escrito, palabras que fueron pronunciadas por boca de Isaías. Pues he aquí, Isaías habló muchas cosas que a muchos de los de mi pueblo les fue difícil comprender, porque no saben concerniente a la manera de profetizar entre los judíos.

“Porque yo, Nefi, no les he enseñado muchas cosas respecto de las costumbres de los judíos; porque sus obras fueron obras de tinieblas, y sus hechos fueron hechos de abominaciones”.[2]

No hay necesidad de temer que el estudio de tales métodos nos podría conducir a las mismas abominaciones que practicaban los judíos de la antigüedad; más bien, los judíos de quienes se han hablado carecían del espíritu de profecía y, quizás principalmente por omisión, se concentraban en los aspectos mecánicos de los escritos de Isaías. El enfoque de Nefi fue el extremo opuesto, concentrándose en el contenido espiritual en lugar de lo mecánico. Podemos evitar esta trampa de los judíos antiguos si aplicamos las diez claves de McConkie en su totalidad, particularmente la novena: “Obtener el espíritu de la profecía”.

En el tiempo en que McConkie escribió, no había mucha información o dirección disponible sobre los métodos de profetizar entre los judíos. Quince años más tarde, en 1988, una obra seminal por Avraham Gileadi presentó claves útiles interpretativas.[3]

Según Gileadi, la manera de estudio entre los judíos no ha cambiado desde los días de los profetas. En las escuelas rabínicas de hoy,

“…los judíos confían en técnicas interpretativas como símbolos y sombras, lenguaje alegórico, modelos literarios, estructuras subyacentes, paralelismos, doble sentidos, palabras y nombres claves y otros instrumentos mecánicos. Su enfoque es completamente mecánico…. En sus libros de gran tamaño, un pequeño cuadrado en el centro de cada página incluye el solo versículo o pasaje que se estudia…. Recuerdo que pasé un mes entero en la escuela rabínica para discutir un solo versículo, explorándolo de cada ángulo…. Los judíos, exclusivamente, usan este enfoque”.[4]

Aún los análisis sencillos presentados en este comentario difieren grandemente del enfoque dogmático prevaleciente en las religiones establecidas de hoy, en el cual un pasaje tiene una sola interpretación aprobada. Un enfoque superficial o dogmático elimina la posibilidad de varios niveles de significado intencionados, lo cual es una característica importante de los escritos de Isaías.

Gileadi presenta una gama de técnicas literarias usadas por Isaías; algunas de las más frecuentes son resumidas aquí.[5]

1.   Formas de Discurso

Isaías utiliza muchos pequeños modelos literarios, llamados “formas de discurso” por Gileadi.[6] Éstos incluyen los siguientes:

Litigio—Un solo pasaje que puede incluir varios versículos de escritura en que el Señor acusa a Israel como si estuviera en una sala tribunal. La condenación frecuentemente es condicional, concediendo un período de tiempo para un posible arrepentimiento.

Discurso por un mensajero—En esto el profeta funciona como el emisario del Señor. Él entrega un mensaje del Señor a la gente o a su rey, describe cómo fue llamado y enviado por el Señor, presenta una lista de pecados cometidos por la gente y anuncia el castigo consiguiente.

Oráculo de angustia—Una serie de maldiciones que el Señor dictamina sobre Israel por romper el convenio. Tomando una forma específica, éstos siempre incluyen citaciones de transgresiones específicas, así estableciendo la causa y su efecto.

Lamento profético—Lamentando una calamidad o una desgracia, un lamento profético comienza con la palabra “Como” y expresa el pesar por el estado caído de la gente.

Sermón sacerdotal—Aquí el profeta asume el papel de sacerdote o profesor, exponiendo doctrinas, instando el arrepentimiento y exhortando a la gente que siga el camino correcto.

Parábola—Una historia en la cual una cosa es comparada con otra alegóricamente, para representar una secuencia de causas y efectos.

Cántico de salvación—Israel, o su portavoz profético, canta alabanzas al Señor reconociendo Su intervención para su rescate.

2.   Metáforas

Gileadi[7] indica que Isaías usa “el mar” y “el río” como metáforas para el rey de Asiria y sus ejércitos invasores. Además, el rey de Asiria representa los poderes del mal o del caos en cualquier lugar y tiempo de la historia humana.

Hay muchos otros términos metafóricos usados por Isaías que, si sabemos que son metáforas, acrecientan grandemente nuestro entendimiento. Considere este pasaje de Isaías 30, que incluye varias metáforas: “Y sobre todo monte alto, y sobre todo collado elevado, habrá ríos y corrientes de aguas el día de la gran matanza cuando caigan las torres”.[8]

“Aguas”, como se usa aquí, es una metáfora que significa la inspiración y bendiciones del cielo,[9] mientras “montes” y “collados” son metáforas significando las naciones de la tierra, tanto las grandes como las pequeñas.[10] Esta profecía fue cumplida en parte con la gran matanza en la cual miles de personas fueron muertas en un solo día cuando las Torres Gemelas del Centro Mundial Comercial en la ciudad de Nueva York en los Estados Unidos cayeron bajo un ataque terrorista el 11 de Septiembre del 2001. De algún modo, este terrible acontecimiento dará lugar a que las bendiciones y la inspiración del cielo se hagan disponibles a muchas naciones de la tierra.[11]

El siguiente versículo describe, usando una metáfora distinta, la abundancia de la inspiración y de la revelación de Dios que se derramaría sobre las naciones de la tierra en aquel día: “Y la luz de la luna será como la luz del sol, y la luz del sol será siete veces mayor, como la luz de siete días, el día en que ponga una venda Jehová en la fractura de su pueblo y cure la llaga que él ha causado”.[12] La luz de la luna y del sol, aumentada como se ha descrito, es una metáfora bien conocida que significa la inspiración y la revelación.

La primera parte de este versículo es equivalente quiasmáticamente a la primera parte del versículo anterior, de modo que el significado idéntico de las dos metáforas es claro. Además, el enfoque de la estructura de estos dos versículos es “el día de la gran matanza cuando caigan las torres”. El significado es que este acontecimiento tan traumático y catastrófico, y el subsecuente conflicto son el enfoque para el derramamiento de más inspiración y bendiciones espirituales sobre las naciones de la tierra. En el siguiente capítulo introductorio se presentará más sobre quiasmas y otras estructuras poéticas en mayor detalle.

La frase final de este versículo es “…el día en que ponga una venda Jehová en la fractura de su pueblo y cure la llaga que él ha causado”.[13] Esto quiere decir que el gran derramamiento que se ha descrito de inspiración y guía causará la curación de las aflicciones de la gente y consolará a los que sufrieron grandes pérdidas.

3.   El Idioma Hebreo

Tal como es el caso con cualquier idioma, es difícil traducir del hebreo y transmitir con precisión el mismo significado. Esto se aplica especialmente a las palabras que tienen definiciones dobles. Gileadi[14] cita el caso del llamamiento profético de Isaías, que se describe en Isaías 6:

“El año en que murió el rey Uzías, vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y exaltado, y las faldas de su manto llenaban el templo.

“Encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas: con dos cubrían sus rostros, y con dos cubrían sus pies y con dos volaban”.[15]

Gileadi explica:

“En hebreo, la palabra ‘serafín’ literalmente significa ‘un ser ardiente o candente…’. El uso por Isaías de ‘seres ardientes’ para describir los ángeles que están de pie alrededor del Señor, en vez de la palabra común para los ángeles (‘mensajeros’), acentúa el carácter de la visión de Isaías; los ángeles, en este caso, no sirven como mensajeros, pero ejemplifican un estado limpio o purificado.

“Cada serafín posee seis alas. La palabra ‘alas’ en el hebreo…también quiere decir ‘velos’”.

Así lo traduce Gileadi: “Con dos podrían cubrir su presencia, con dos ocultan su posición, y con dos vuelan”. Más bien que describir características físicas literalmente, se describen las capacidades o cualidades del serafín. Un conocimiento de la lengua hebrea así amplía grandemente el entendimiento del significado de este pasaje.

Una fuente valiosa de significados hebreos es registrada en las notas al pie de página de la edición bíblica Reina-Valera 2009, publicada por La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Estos significados proveen mayor comprensión y nos muestran dónde el significado de la traducción Reina-Valera SUD se desvía del hebreo original. Además, los léxicos disponibles permiten un entendimiento más exacto de palabras específicas a base de sus significados hebreos originales y el contexto.[16]

 4. Símbolos

Amonestando a los nefitas a que busquen los escritos de Isaías con diligencia, el resucitado Señor Jesucristo dijo “…grandes son las palabras de Isaías. Pues él ciertamente habló en lo que respecta a todas las cosas concernientes a mi pueblo que es de la casa de Israel….Y todas las cosas que habló se han cumplido, y se cumplirán, de conformidad con las palabras que habló” (énfasis añadido).[17]

¿Cómo puede algo hablado por Isaías referirse eficazmente al pasado y al futuro al mismo tiempo? Dicho simplemente, Isaías usa los acontecimientos antiguos como modelos, o símbolos, de lo que iba a suceder. Gileadi[18] relata que más de 30 acontecimientos antiguos aparecen en el libro de Isaías, los cuales establecen un precedente antiguo y anuncian una serie de acontecimientos para los últimos días. Isaías no era un historiador; él nunca mencionó el cautiverio de las diez tribus como un acontecimiento histórico a pesar de haberlo profetizado abundantemente. El cautiverio fue un hecho histórico de importancia culminante que ocurrió en su propio tiempo. Por lo tanto, la referencia a los acontecimientos históricos no es con propósitos puramente históricos. Sus profecías abarcan el pasado, el presente y el futuro, con su cumplimiento recurrente en dispensaciones diferentes. Asiria y Egipto, las superpotencias del tiempo de Isaías, son palabras claves para superpotencias similares en los últimos días. Nuestra dificultad y desafío son los de reconocer debidamente a los actores de hoy en el escenario de Isaías.

5.   Significados Múltiples de Palabras

Algunas palabras claves usadas en las Escrituras tienen varios significados distintos. El entender cuál significado está implícito en un pasaje particular conduce al entendimiento del significado intencionado por el escritor. Cuando significados múltiples se intencionan, cada significado representa un estrato distinto de significado para el pasaje. Por ejemplo, la palabra hebrea traducida como “Sión” significa, literalmente, “lugar seco”.[19] Durante el tiempo de David era el nombre de una fortaleza cerca de Jerusalén;[20] el arca de la alianza fue traída desde allí al templo en Jerusalén por Salomón.[21] El monte del templo en Jerusalén también se conocía como el monte Sión,[22] mientras que Sión, o la hija de Sión, se usó por varios escritores bíblicos como un sinónimo poético para la ciudad de Jerusalén.[23] Sión también se refiere al recogimiento espiritual de los últimos días: la restauración de la plenitud del evangelio de los cielos y el establecimiento de un pueblo que viviría por sus principios.[24] Sión, por tanto, es un grupo de los justos, los puros de corazón, viviendo en paz y armonía, sin importar su localización.[25] En algunos pasajes escrituralesSiónclaramente tiene significados duales; el recogimiento espiritual de los últimos días, así como también es un sinónimo para la Jerusalén antigua o moderna, la cual es el sitio para el recogimiento físico.[26] La Jerusalén moderna es designada como un lugar para el recogimiento de las tribus de Israel, aunque esté en el sitio original de Jerusalén u otro lugar.[27] UnaNueva Jerusalénpara el recogimiento de ciertas de las tribus perdidas se establecería sobre el continente americano.[28]

Considere la declaración de Isaías “Porque de Sión saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová”.[29] “Sión” en este caso quiere decir un pueblo o un lugar que sería establecido en los últimos días para el recogimiento espiritual de la gente del convenio del Señor.[30] Si “Jerusalén” se toma para significar la ciudad antigua, el significado del pasaje es que, tal como en Jerusalén antigua, habría profetas en la Sión moderna de quienes la palabra del Señor emanaría. Si, por otra parte, “Jerusalén” se toma para significar el recogimiento moderno de los descendientes justos de Israel, el pasaje quiere decir que habría dos sitios de los cuales la palabra inspirada del Señor emanaría por todo el mundo, tanto de Jerusalén como de Sión. Es probable que Isaías intencionó ambos significados.

6.   Sinónimos para Jesucristo

Isaías usa sinónimos múltiples para describir al Señor Jesucristo. Cada uno tiene un propósito particular, de acentuar un aspecto detallado de la misión o el papel del Señor. El no reconocerlos como títulos para el Señor puede causar un malentendido del significado de Isaías. Cuarenta y siete títulos son reconocidos en este comentario.[31] Por orden alfabético estos son: Admirable;[32] Alto;[33] Alto y Sublime;[34] Consejero;[35] Creador de Israel;[36] Creador de los confines de la tierra;[37] Creador de los cielos;[38] Dios de David;[39] Dios de Israel;[40] Dios de Jacob;[41] Dios de tu salvación;[42] Dios de toda la tierra;[43] Dios de verdad;[44] Dios eterno;[45] Dios fuerte;[46] Dios justo;[47] Dios viviente;[48] Emanuel;[49] Fuerte de Jacob;[50] Hacedor;[51] Jehová;[52] Jehová Dios;[53] Jehová Dios de Israel;[54] Luz de Israel;[55] Jehová de los ejércitos;[56] Jehová Dios nuestro;[57] Jehová el Señor;[58] Jehová tu Dios;[59] Jehová, tu Señor y tu Dios;[60] Padre eterno;[61] Poderoso de Israel;[62] el primero…el postrero;[63] Príncipe de paz;[64] Redentor;[65] Redentor de Israel;[66] Rey;[67] Rey de Israel;[68] Rey de Jacob;[69] Roca de tu fortaleza;[70] Salvador;[71] Santo;[72] Santo de Israel;[73] Santo de Jacob;[74] Señor Jehová de los ejércitos;[75] Siloé;[76] Sublime;[77] Vara del tronco de Isaí.[78]

Notas

[1].     Bruce R. McConkie, “Ten keys to understanding Isaiah [Diez claves para entender a Isaías]”: Ensign, Oct. 1973, pág. 78.
[2].     2 Nefi 25:1-2.
[3].     Avraham Gileadi, The Book of Isaiah: A new translation with interpretive keys from the Book of Mormón [El libro de Isaías: Una nueva traducción con claves interpretativas del Libro de Mormón]: Deseret Book Company, P.O. Box 30178, Salt Lake City, Utah 84130, 1988, 250 pág.
[4].     Gileadi, 1988, pág. 4‑5.
[5].     Gileadi, 1988, pág. 1-90.
[6].     Gileadi, 1988, pág. 18-20.
[7].     Gileadi, 1988, pág. 23.
[8].     Isaías 30:25.
[9].     Véase Isaías 12:3; 35:6-7; 55:11; 58:11.
[10].   Véase Isaías 2:2, 14 y 2 Nefi 12:2, 14; Isaías 11:9; 13:2, 4; 30:17, 25-26; 34:3 y su respectivo comentario.
[11].   Véase Isaías 30:25 y su respectivo comentario.
[12].   Isaías 30:26.
[13].   Isaías 30:26.
[14].   Gileadi, 1988, pág. 35.
[15].   Isaías 6:1-2.
[16].   Véase F. Brown, S. Driver, y C. Briggs, The Brown-Driver-Briggs Hebrew and English Lexicon [Léxico Hebreo e Inglés de Brown, Driver y Briggs]: Hendrickson Publishers, Peabody, MA, 01961-3473, 1996, 1185 pág.
[17].   3 Nefi 23:1‑3.
[18].   Gileadi, 1988, pág. 69‑70.
[19].   Brown et al., 1996, Número de Strong 6726; pág. 851.
[20].   Véase 2 Samuel 5:7; 2 Crónicas 5:2.
[21].   Véase 1 Reyes 8:1.
[22].   Véase Salmos 9:11; 14:7; 74:2; 78:68-69; Isaías 4:3-4; 10:12, 32; 16:1; 18:7; 30:19; 31:4; 34:8; 37:22, 32; Doctrina y Convenios 133:18, 56.
[23].   Véase 2 Reyes 19:21, 31; Salmos 9:14; 51:18; Isaías 1:8; 10:32; 16:1; 37:22; 52:2; 62:11; 64:10.
[24].   Véase Salmos 102:13, 16; 129:5; 132:13; Isaías 2:3; 4:5; 14:32; 46:13; 51:16; 52:7-8; 59:20.
[25].   Véase Doctrina y Convenios 97:21.
[26].   Véase Isaías 1:27; 3:16-17; 4:3-4; 8:18; 10:12, 24; 12:6; 18:7; 24:23; 28:16; 29:8; 30:19; 31:4, 9; 33:5, 14, 20; 34: 8; 37:32; 40:9; 41:27; 49:14; 51:3, 11; 52:1; 60:14; 61:3; 66:8.
[27].   Véase Isaías 2:3; 4:3; 24:23; 27:13; 30:19; 31:5, 9; 33:20; 40:2, 9; 41:27; 52:1-2, 9; 62:6-7; 65:18-19; 66:10, 13, 20.
[28].   Véase 3 Nefi 20:22; Éter13:3-6, 10; Doctrina y Convenios 84:2-4; Apocalipsis 3:12; 21:2; 3 Nefi 21:23-24; Doctrina y Convenios 42:9, 35, 62, 67; 45:66; 133:56; Moisés 7:62; Artículos de Fe 1:10.
[29].   Isaías 2:3.
[30].   Véase Salmos 102:13, 16; 129:5; 132:13; Isaías 4:5; 14:32; 46:13; 51:16; 52:7-8; 59:20.
[31].   Gary W. Hamon, Strathmore, Alberta, Canada; comunicado personal, 2003.
[32].   Isaías 9:6.
[33].   Isaías 57:15.
[34].   Isaías 57:15.
[35].   Isaías 9:6.
[36].   Isaías 43:15.
[37].   Isaías 40:28.
[38]   Isaías 42:5.
[39].   Isaías 38:5.
[40].   Isaías 21:10; 41:17; 45:3, 15; 48:2; 52:12.
[41].   Isaías 2:3.
[42].   Isaías 17:10.
[43].   Isaías 54:5.
[44].   Isaías 65:16.
[45].   Isaías 40:28.
[46].   Isaías 9:6.
[47].   Isaías 45:21.
[48].   Isaías 37:17.
[49].   Isaías 7:14.
[50].   Isaías 60:16.
[51].   Isaías 17:7; 45:11; 54:5.
[52].   Isaías 12:2.
[53].   Isaías 42:5.
[54].   Isaías 17:6; 21:17; 24:15; 37:21.
[55].   Isaías 10:17; 43:15.
[56].   Isaías 1:9, 24; 3:1; 5:7, 9, 16; 6:3, 5; 8:13, 18; 9:7, 13, 19; 10:16, 26, 33; 13:4, 13; 14:22, 23, 24, 27; 17:3; 18:7; 19:4, 12, 16, 17, 18, 20, 25; 21:10; 22:14, 25; 23:9; 24:23; 29:6; 37:32; 39:5; 44:6; 47:4; 48:2; 54:5.
[57].   Isaías 26:13; 36:7; 37:20.
[58].   Isaías 7:7; 25:8; 26:4; 28:16; 30:15; 40:10; 48:16; 49:22; 50:4, 5, 7, 9; 56:8; 61:11; 65:13, 15.
[59].   Isaías 37:4; 41:13; 43:3; 48:17; 51:15; 55:5; 60:9.
[60].   Isaías 51:22.
[61].   Isaías 9:6.
[62].   Isaías 1:24; 30:29.
[63].   Isaías 48:12.
[64].   Isaías 9:6.
[65].   Isaías 41:14; 43:15; 48:17; 49:26; 54:5; 59:20.
[66].   Isaías 49:7.
[67].   Isaías 6:5.
[68].   Isaías 44:6.
[69].   Isaías 41:21.
[70].   Isaías 17:10.
[71].   Isaías 43:3; 45:21; 49:26; 60:16; 63:8.
[72].   Isaías 10:17; 40:25; 43:15; 49:7.
[73].   Isaías 1:4; 5:19, 24; 10:20; 17:7; 29:19; 30:11, 12, 15; 31:1; 37:23; 41:14, 16, 20; 43:3, 14; 45:11; 47:4; 48:17; 49:7; 55:5; 60:9, 14.
[74].   Isaías 29:23.
[75].   Isaías 10:23, 24; 22:5, 12, 14, 15; 28:22.
[76].   Isaías 8:6.
[77].  Isaías 57:15.
[78].   Isaías 11:1.

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