Introducción 4: Técnicas estructurales usadas por Isaías


Isaías: Los tiempos del cumplimiento, un comentario versículo por versículo por Iván D. Sanderson, está disponible en forma impresa en Deseret Book y Amazon.com y como un e-libro en español y en inglés para Kindle.

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Los escritos de Isaías están llenos de técnicas estructurales poéticas que aumentan grandemente la riqueza, la profundidad y el significado de ellos. Si desarrollamos una comprensión de las técnicas usadas por el profeta siendo ayudados por el Espíritu Santo, sus significados más profundos serán revelados a nuestra comprensión. Las estructuras literarias más comunes son las estructuras gobernantes, los paralelismos, y los quiasmas.[1]

Estructura gobernante

Una característica importante de los escritos de Isaías es su estructura gobernante que sirve como base de ellos, como se describió por Gileadi.[2] La historia de Jacob, el padre de la casa de Israel, provee esta estructura: Jacob huye de Esaú su hermano hacia la tierra de Harán.[3] Allí, aunque en exilio, él adquiere abundancia y estatura mundana incluyendo esposas, niños, rebaños y manadas.[4] El Señor entonces lo convoca de nuevo a su tierra nativa de Canaán, en donde él logra aún mayor estatura como uno de los patriarcas de Israel.[5]

Siguiendo el esquema básico de esta historia, la nación entera de Israel pasa por etapas similares de desarrollo, las cuales proveen la estructura básica para el Libro de Isaías. Como se describe por Gileadi:

«En la primera parte del libro…(capítulos 1 al 39), Israel se encuentra con problemas en su patria. Por causa de su rebelión y apostasía, el Señor lo pone en exilio en el mundo en general, donde interactúa con gentes y sucesos (capítulos 40 al 54). En el momento en que Israel se arrepiente de sus desatinos y vuelve en sí mismo, reconociendo su verdadera identidad y renovando su obediencia al Señor, entonces regresa a su hogar prometido en una gloriosa bienvenida, un suceso grande y maravilloso (capítulos 55 al 66)».[6]

Isaías utiliza esta estructura fundamental para a la vez ocultar y revelar su mensaje, resultando en un gran obstáculo para los eruditos. Según Gileadi,[7] muchos eruditos usan estas tres divisiones principales para interpretar incorrectamente que el Libro de Isaías es la obra de tres personas distintas. Este asunto se analiza en detalle en la Introducción 5: ¿Quién escribió el libro de Isaías?

El paralelismo

El paralelismo, aunque utilizado por otros escritores de las Escrituras, se utiliza tan ampliamente por Isaías que parece ser una marca identificadora de su estilo de escritura. En general, el paralelismo consta de dos o más declaraciones similares; el reconocer su similitud nos ayuda a entender el significado intentado por Isaías. Parry describió y demostró no menos de 15 diferentes tipos de paralelismos incluyendo paralelismos sinónimos, paralelismos antítesis u opuestos, paralelismos complementarios, metáforas, y paralelismos que ilustran una causa y su efecto.[8] Parry y otros identificaron y diagramaron más de 1.100 estructuras paralelas en todo el libro de Isaías.[9]

En un ejemplo en Isaías 53:5, dos pares de frases que son paralelas sinónimamente describen el sufrimiento soportado por el Señor Jesucristo y su efecto sobre nosotros. El primer par de frases declara “Mas él herido fue por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades”. La primera frase en el pareado describe la humillación de Jesús y su sufrimiento físico y espiritual, y nos presenta el motivo por el cual permitió someterse a un dolor intenso: “Mas él herido fue por nuestras transgresiones”. La segunda frase es casi sinónima, impartiendo el mismo significado con diferentes palabras: “molido por nuestras iniquidades”. El efecto en nuestras mentes es el énfasis y la claridad; oímos el mensaje dos veces, fraseado de manera un poco distinta, de modo que no podemos confundir el significado. La repetición hecha por Isaías también empotra el significado con fuerza en nuestro conocimiento de modo que comprendemos su importancia.

El segundo pareado declara: “El castigo de nuestra paz fue sobre él, y por sus heridas fuimos nosotros sanados”. Ambas frases imparten un significado similar: la angustia y el sufrimiento de Jesús nos proveen paradójicamente la paz y la curación espiritual. Isaías, al presentarlo en dos formas distintas, asegura que reconozcamos que aún cuando sea una paradoja, ésta no es una declaración literaria errónea. Nuevamente, la repetición poética de Isaías acentúa este concepto importante en nuestras mentes.

Para mejorar nuestro entendimiento, los paralelismos pueden ser hechos en diagrama. Este diagrama coloca palabras claves o frases en el segundo pareado, citado antes, en letra negrita y revela la estructura paralela:

A: el castigo
B: de nuestra paz fue sobre él,
A: y por sus heridas
B: fuimos nosotros sanados.

Las palabras o frases asignadas A son sinónimas; Las palabras o frases asignadas B también son sinónimas. El orden ABAB caracteriza la estructura paralela.

Por ejemplo en Isaías 53:1, dos frases son paralelas porque, en vez de ser sinónimas como en el ejemplo anterior, ambas hacen preguntas retóricas. Mediante su estructura paralela, el versículo presenta y contesta simultáneamente las dos preguntas:

A:¿Quién ha creído a nuestro mensaje?
B: ¿Y a quién se ha manifestado el brazo de Jehová?

El versículo se parece a una ecuación algebraica. Las dos frases son iguales, con “y” sirviendo como el signo de igual:

A = B; también, B = A.

La respuesta para la pregunta “¿Quién ha creído a nuestro mensaje?” es “[aquel] a quién se ha manifestado el brazo de Jehová”. A la inversa, la respuesta para la pregunta “¿a quién se ha manifestado el brazo de Jehová?” es “Quien [que] ha creído a nuestro anuncio”. Esto declara una ley inmutable y eterna: Se requiere la fe antes de la revelación; se dan bendiciones espirituales a los fieles, cuyas mentes y pensamientos ya están fundados sobre la creencia.[10] Las dos frases paralelas son complementarias; ninguna frase provee el significado completo. La idea completa se entiende sólo cuando ambas frases se toman en cuenta juntas.

Para un ejemplo más complejo del paralelismo y su interpretación,[11] considere Isaías 2:7-8:

«Su tierra está llena de plata y oro, sus tesoros no tienen fin. También está su tierra llena de caballos; y sus carros son sin número.
«Además, su tierra está llena de ídolos; ante la obra de sus manos se han arrodillado, ante lo que fabricaron sus dedos».

Tres distintas declaraciones equivalentes siguen la frase principal, “Su tierra está llena de.…” Éstas son “plata y oro, sus tesoros no tienen fin”; “caballos; y sus carros son sin número”; y “ídolos; ante la obra de sus manos se han arrodillado, ante lo que fabricaron sus dedos.”. Gracias a sus estructuras paralelas, estas tres declaraciones son equivalentes, siguiendo las reglas de álgebra:

Si A = B, A = C, y A = D,

entonces B = C = D.

¿Cuáles son sus ídolos? Plata y oro, tesoros, caballos y carros; la obra de sus propias manos, lo que sus propios dedos han hecho. Los bienes de la gente han llegado a ser sus dioses. Isaías vio nuestra sociedad materialista y la prioridad puesta sobre las cosas materiales. Isaías logra transmitir mucho más por medio del paralelismo, es decir, usando menos palabras si hubiese hecho las tres declaraciones separadamente, sin relacionarlas entre sí.

El quiasma

La palabra quiasma proviene de la letra griega ji, que corresponde a la letra ch del latino, y a las letras ch, c, o qu en las lenguas neolatinas.[12] Su equivalente es nuestra letra X. Quiasma significa “inversión del orden de las palabras”.[13] La forma singular nominativa es quiasma y la plural es quiasmas. El quiasma es una variante sobre el concepto de la construcción paralela en la cual, en la segunda parte, el orden de las ideas o palabras es invertido.[14]

El paralelismo invertido de un quiasma es ilustrado en las dos últimas frases de Isaías 49:22. Si las dos frases se colocan en secuencia y líneas se dibujan entre los elementos sinónimos en las dos frases, obtenemos:

Y traerán en brazos a tus hijos,

y tus hijas serán llevadas en hombros.

La X formada por las dos líneas es parecida a la letra griega ji.

El diagramar de los quiasmas en este comentario es estandarizado, para facilitar su reconocimiento e interpretación:

A: y traerán en brazos
B: a tus hijos,
B: y tus hijas
A: serán llevadas en hombros.

Los elementos del quiasma son marcados con letras para ilustrar la simetría inversa del orden. Palabras o frases claves se ponen en letra negrita en este ejemplo y a través de todo el comentario. Los elementos asignados a la letra A son la declaración introductoria y su reflexión sinónima, y los dos marcados con B son la declaración central y su reflexión sinónima. El arreglo ABBA define la simetría, o el paralelismo de orden inverso, que es característico de un quiasma.

El entendimiento de que un pasaje es quiasmático ayuda grandemente en su interpretación. En este ejemplo de Isaías 49:22, “traerán en brazos” es equivalente en su significado a “serán traídas en hombros”, y “tus hijos” se compara a “tus hijas”. Este quiasma predice el recogimiento de los descendientes de Israel por medio de los gentiles, en cuyos brazos y sobre cuyos hombros serán llevados.

El quiasma es una forma de poesía basada en la simetría de ideas en lugar del ritmo y la rima. La estructura quiasmática permite que el significado de la poesía sea más fácilmente conservado en el traducir de un idioma a otro, siempre y cuando el traductor esté consciente de la estructura; por otro lado la poesía basada en el ritmo y la rima es generalmente imposible de traducir en una manera que conserve tanto el ritmo como la rima así como el significado original. No sólo es un quiasma una forma poética llena de gracia y hermosura; muchos quiasmas escritos por Isaías presentan información que no es evidente en una lectura superficial, pero revelan sus tesoros escondidos cuando se analizan con cuidado.

Un quiasma consta de un lado ascendente y un lado descendente. El lado ascendente comienza con una declaración introductoria o premisa fundamental, que aumenta a una declaración central culminante, o enfoque. El lado descendente, a su vez, retrocede de otra repetición de la declaración central hasta una reflexión de la declaración introductoria. Por lo general, la declaración central presenta la idea más importante, seguida en importancia por la declaración introductoria y su reflexión. Declaraciones intermedias contribuyen con un equilibrio poético o detalles en apoyo de la declaración central o las declaraciones introductorias.[15]

Las frases quiasmáticas, puestas en orden inverso y producidas como reflexiones, pueden ser sinónimas, antitéticas, complementarias, metafóricas, o pueden mostrar una relación de causa y efecto, según las mismas reglas que controlan los paralelismos. Las palabras hebreas con frecuencia tienen sentidos dobles; los quiasmas y los paralelismos proporcionan un vehículo para que el escritor pueda comunicar al lector o al traductor cual es el significado intencionado.

Los propósitos de Isaías en el uso del quiasma son variados. Algunos quiasmas contienen mini-sermones mientras que otros proporcionan definiciones, enuncian ciertos puntos de doctrina o proporcionan pistas en cuanto al significado. Los quiasmas antitéticos presentan un contraste literario para acentuar diferencias fundamentales. Las frases complementarias en algunos quiasmas requieren que el lector integre los significados de ambas frases para entender la idea completa presentada por el profeta. Otros quiasmas son, simplemente, declaraciones elocuentes poéticas que hacen más bella a la obra escrita. En Isaías 28:16 “Sión” es equivalente quiasmaticamente a “el que crea”, dándonos una definición.[16] Este significado se compara a una definición en Doctrina y Convenios: ¨[P]orque ésta es Sión: Los puros de corazón; por consiguiente, regocíjese Sión mientras se lamentan todos los inicuos”.[17]

En un ejemplo en Isaías 2:11-12 que ilustra un quiasma un poco más complejo, la declaración secuencial asignada B sigue la declaración inicial en el lado ascendente y la precede en el lado descendente. Números de los versículos en este ejemplo y en el comentario entero se dan en paréntesis:

A: (11) La altivez de la mirada del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada;
B: y sólo Jehová será exaltado
C: en aquel día.
C: (12) Porque el día
B: de Jehová de los ejércitos vendrá
A: y sobre todo el que se haya ensalzado, y será abatido.

Nótese, en este ejemplo, que la declaración introductoria A y su reflexión son declaraciones paralelas que afirman que el orgullo y la altivez del hombre serán abatidos. Las declaraciones intermedias B contrastan la exaltación del Señor en Su Segunda Venida con el orgullo y el egoísmo de los inicuos, como se describen en las declaraciones introductorias. La declaración central C y su reflexión se enfocan en la palabra “día”, que significa el día predicho de la venida del Señor.

Para un mejor entendimiento, algunos quiasmas pueden ser leídos en orden reflexivo: De las declaraciones introductorias hacia arriba en ambos lados, o del enfoque hacia abajo en ambos lados en vez de la secuencia escrita. El utilizar este método en particular es provechoso cuando las frases son complementarias, cuando se entiende su significado completo únicamente cuando las frases se consideran juntas.

Los quiasmas tal como ocurren en la traducción Reina-Valera (2009), junto con aquellos en otras traducciones modernas del texto original hebreo Masorético son, en algunos casos, imperfectos o difícilmente reconocidos. Parry dice que “…estructuras quiasmáticas en el idioma hebreo no son siempre evidentes cuando se traducen [a un idioma moderno]. Esto es debido en parte a las diferentes estructuras de las frases en los dos idiomas”.[18] Cuando existe texto equivalente proporcionado por otra fuente primaria, somos más capaces de entender el significado original, así como de reconocer más estructuras de quiasmas intencionados por Isaías. Fuentes primarias que han sido de valor en cuanto a esto incluyen las partes del Libro de Mormón en las cuales Isaías se cita, la traducción de José Smith de la Biblia (TJS) y el Gran Rollo de Isaías de los Rollos del Mar Muerto.

En un ejemplo en Isaías 2:5-6, algunos elementos de un quiasma se han perdido de la versión Reina-Valera, pero están completos en el Libro de Mormón.[19] Variaciones en el texto del Libro de Mormón amplían y completan el quiasma; o, mejor dicho, las omisiones del texto como se encuentran en la versión Reina-Valera obscurecen y debilitan el quiasma que al principio fue intencionado por el profeta. Las palabras y frases añadidas se presentan en letra cursiva:

A: (5) Venid, oh casa de Jacob,
B: y caminemos a la luz de Jehová;
C: sí, venid, porque todos os habéis descarriado,
C: cada cual por sus sendas de maldad.
B: (6) Ciertamente has dejado tu pueblo
A: la casa de Jacob

En otro quiasma más complejo en Isaías 2:9-11, algunas palabras que se hallan en el texto del Libro de Mormón pero que están ausentes de la versión Reina-Valera otra vez se presentan en letra cursiva. Los elementos en el lado descendente son antitéticos, teniendo sentidos opuestos de los del lado ascendente. La declaración introductoria y su reflexión antitética asignadas con la letra A ocurren cuatro veces en este ejemplo; también se encuentran antes y después de la declaración central y su reflexión, asignadas con la letra C.

A: (9) Y no se ha inclinado el hombre vil
B: ni el varón se ha humillado; por tanto, no los perdones.
A: (10) ¡Oh malvados,
C: Métete en la peña
C: escóndete en el polvo!
A: Porque la presencia terrible de Jehová y de la gloria de su majestad os herirán.
B: (11) y sucederá que La altivez de la mirada del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada
A: y sólo Jehová será exaltado en aquel día.

Para que los elementos A y B sean opuestos en los lados ascendentes y descendientes correspondientes al modelo de este quiasma antitético, la redacción del Libro de Mormón es indispensable. La inserción de las palabras “no” y “ni” y la colocación de “Oh malvado”, en el lado ascendente, completan el quiasma. Es de notar que “el hombre vil” y “Oh malvado” en el lado ascendente contrastan con “Jehová” en dos sitios en el lado descendente; “ni…se ha humillado” en el lado ascendente contrasta con “abatida” y “humillada” en el lado descendente. La versión del Libro de Mormón nos ayuda a entender que sería el fracaso por igual del hombre vil y el varón—o gran hombre—en inclinarse humildemente delante del Señor que causaría Su ira sobre ellos. Por contraste, en la versión Reina-Valera el significado implícito es que el hombre vil y el gran hombre se inclinarían delante de los ídolos, lo cual provocaría la ira del Señor. “Métete en la peña” y “escóndete en el polvo” son declaraciones comparables, las cuales describen el miedo y la evasión inútil de los malvados cuando venga el Señor.

¿Tenía José Smith el entendimiento suficiente de todas estas sutilezas en los escritos de Isaías para haber fabricado el Libro de Mormón? Es claro, gracias a estos ejemplos, que él lo tradujo por medio de la dirección divina de una fuente antigua, tal como testificó.[20] No existe ninguna posibilidad que José Smith pudiera haber aprendido en cuanto al quiasma por medio de canales académicos. Nadie en América, menos en el estado de Nueva York, entendía plenamente el quiasma en 1829; de hecho, no fue sino hasta muchos años después de la muerte del profeta José Smith que los libros comenzaron a salir en Europa que describen esta forma poética. ¿Cómo podría José haber pensado en las palabras exactas para rellenar los pedazos que faltaban en estos quiasmas?[21] Estos ejemplos de quiasma muestran que el Libro de Mormón es un texto más puro, o un libro más correcto, tal como lo declaró el profeta y añaden a nuestro testimonio de que el Libro de Mormón es verdadero. Fue traducido por medio de la inspiración divina por José Smith, que fue un profeta de Dios.

Algunos de los pasajes más conocidos en los escritos de Isaías son quiasmáticos. En vez de ser presentado con un catálogo exhaustivo en este comentario, el lector se beneficia más con alguna instrucción sobre cómo reconocer e interpretar independientemente los quiasmas. Los quiasmas presentados en este comentario son los que tienen algún significado doctrinal.

Para comenzar a desarrollar la habilidad de reconocer los quiasmas en el texto bíblico, el lector necesitaría un surtido de lápices de colores. Cada color distinto se usa para marcar elementos similares o relacionados en el texto. Los versículos 10 al 14 de Isaías 29 proporcionan un ejemplo razonablemente complejo para la instrucción:

(10) Porque Jehová derramó sobre vosotros espíritu de profundo sueño, y cerró vuestros ojos; cubrió a los profetas, y a vuestros gobernantes y a los videntes.
(11) Y os será toda visión como palabras de libro sellado, el cual darán al que sabe leer y le dirán: Lee ahora esto, y él dirá: No puedo, porque está sellado.
(12) Y si se da el libro al que no sabe leer, diciéndole: Lee ahora esto, él dirá: No sé leer.
(13) Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se me acerca con su boca y con sus labios me honra, pero ha alejado su corazón de mí, y su temor de mí ha sido enseñado por mandamiento de hombres;
(14) por tanto, he aquí que nuevamente haré una obra maravillosa entre este pueblo, una obra maravillosa y un prodigio; porque perecerá la sabiduría de sus sabios, y se desvanecerá la prudencia de sus prudentes.

Primeramente, en el versículo 13, note que las palabras “se me acerca” son opuestas en su significado a “ha alejado”, presentando nuestra primera pista de la estructura quiasmática. Subraye estas palabras en azul (las opciones de colores son puramente arbitrarias). Después, note que los nombres de dos partes del cuerpo ocurren entre estas dos frases: “boca” y “labios”. Subraye éstos en rojo.

Después, busque frases que son similares, opuestas o relacionadas precedentes y siguientes a las frases ya subrayadas. Nótese que la frase anterior en el versículo 13, “se me acerca”, es lo opuesto de la frase siguiente, “pero ha alejado su corazón de mí”. Subraye estas frases de color naranja.

Nótese en el versículo 11 la frase “al que sabe leer”. Ésta frase hace juego con “sus sabios” en el versículo 14; coloree estos de verde. En el versículo 10 nótese que la frase “cubrió a los profetas, y a vuestros gobernantes y a los videntes” es semejante en sentido con “se desvanecerá la prudencia de sus prudentes” en el versículo 14. Subraye estas frases en púrpura.

Hasta este punto hemos identificado juegos de frases que son similares u opuestas. Las parejas remanentes en este pasaje son complementarias y requerirán más habilidad para identificarse. Sin embargo, nuestra tarea se hace más fácil por haber reducido dónde debemos buscar para encontrar las frases complementarias. En el versículo 13, “Dice pues el Señor” es complementario a “nuevamente haré” en el versículo 14. Subraye estas frases en color naranja.

Ahora nótese en el versículo 13 que la frase “porque este pueblo” precede “se me acerca” que ya hemos subrayado, y que su opuesto, “ha alejado”, es seguido por “su temor de mí”. Subraye estas dos nuevas frases en color rosado.

Finalmente, nótese que “el libro” en el versículo 12 es complementario a “una obra maravillosa”. Subraye estas dos frases en amarillo. Aunque las dos frases no parecen estar relacionadas hasta que eliminamos todo lo demás antes y después de ellas, el reconocer que son complementarias es de gran importancia en llegar a entender la restauración de los últimos días y la visión profética de ésta que tenía Isaías.

Una vez que se reconozcan los elementos del quiasma en Isaías 29: 10-14, la secuencia se podría poner en un diagrama:

A: (10) Porque Jehová derramó sobre vosotros espíritu de profundo sueño, y cerró vuestros ojos; cubrió a los profetas, y a vuestros gobernantes y a los videntes.
B: (11) Y os será toda visión como palabras de libro sellado, el cual darán al que sabe leer y le dirán: Lee ahora esto, y él dirá: No puedo, porque está sellado.
C: (12) Y si se da el libro al que no sabe leer, diciéndole: Lee ahora esto, él dirá: No sé leer.
D: (13) Dice, pues, el Señor:
E: Porque este pueblo
F: se me acerca
G: con su boca
G: y con sus labios me honra,
F: pero ha alejado su corazón de mí,
E: y su temor de mí ha sido enseñado por mandamiento de hombres;
D: (14) por tanto, he aquí que nuevamente haré
C: una obra maravillosa entre este pueblo, una obra maravillosa y un prodigio;
B: porque perecerá la sabiduría de sus sabios,
A: y se desvanecerá la prudencia de sus prudentes.

Finalmente, las relaciones identificadas al reconocer y diagramar el quiasma son resumidas así: “Cubrió a los profetas, y a vuestros gobernantes y a los videntes” es equivalente a “se desvanecerá la prudencia de sus prudentes”, proveyendo una descripción complementaria de los que tengan el poder de decisión del tiempo predicho. “Sus prudentes” cuyo entendimiento sería ocultado, o eclipsado, por el contenido del libro incluirían los que pretenden ser profetas, principales y videntes para la gente. “Al que sabe leer” se compara con “perecerá la sabiduría de sus sabios”, aclarando que los sabios cuya sabiduría perecería incluyen los educados, o los letrados. “Si se da el libro al que no sabe leer” complementa “una obra maravillosa entre este pueblo, una obra maravillosa y un prodigio”, que revela el sentido intencionado por Isaías de que el Libro de Mormón sería una parte muy significativa de la “obra maravillosa” de la cual se habló. “Se me acercacontrasta con “ha alejado su corazón de mí”, dando hincapié al carácter superficial de las creencias del pueblo; y “con su boca” se asemeja a “con sus labios me honra”, para formar el foco central del quiasma. La restauración, incluyendo la venida del Libro de Mormón, se llevaría a cabo en un tiempo de corazones duros y mentes cerradas, cuando los hombres honrarían al Señor con sus labios, es decir con palabrería, pero fallarían en honrarlo con el corazón, o el espíritu.

Notas


[1]. Avraham Gileadi, The Book of Isaiah: A new translation with interpretive keys from the Book of Mormón [El Libro de Isaías: Una nueva traducción con claves interpretativas del Libro de Mormón]: Deseret Book Company, P.O. Box 30178, Salt Lake City, Utah 84130, 1988, 250 pág.
[2]. Gileadi, 1988, pág. 7‑18.
[3]. Véase Genesís 28:10.
[4]. Véase Genesís 30:25-43.
[5]. Véase Genesís 32:24-31; 35:6-15.
[6]. Gileadi, 1988, pág. 8.
[7]. Gileadi, 1988, pág. 9.
[8]. Donald W. Parry, Harmonizing Isaiah [La Armonización de Isaías]: Foundation for Ancient Research and Mormon Studies (FARMS) [Fundación para Investigación Clásica y Estudios Mormones] en Brigham Young University, Provo, Utah, EE.UU., 2001, pág.17-27.
[9]. Donald W. Parry, Jay A. Parry y Tina M. Peterson, Understanding Isaiah [Entendiendo a Isaías]: Deseret Book Company, Salt Lake City, Utah, 1998, 659 pág.
[10]. Véase Éter12:6; Doctrina y Convenios 105:19. contrasta con Mateo 12:39; 16:4.
[11]. Véase Gileadi, 1988, pág. 22.
[12] . Real Academia Española, Diccionario de la lengua Española, vigésima segunda edición: ji, Vigésima segunda letra del alfabeto griego (Χ, χ), edición del Internet, http://buscon.rae.es/drael/
[13]. Ernest Klein, A comprehensive etymological dictionary of the english lLanguage [Un diccionario comprensivo etimológico del idioma inglés]: 1971, Elsevier Publishing Company, 52 Vanderbilt Avenue, New York, NY 10017, Chiasmus, pág. 130.
[14]. Véase John W. Welch, “Chiasmus in the Book of Mormon [Quiasma en el Libro de Mormón]”: BYU Studies 10, no. 1, pág. 1-2, 1969.
[15]. Victor L. Ludlow, Isaiah: Prophet, Seer, and Poet [Isaías: Profeta, Vidente, y Poeta]: Deseret Book Company, Salt Lake City, Utah, 1982, pág. 370-371.
[16]. Véase Isaías 28:16 y comentario perteneciente.
[17]. Doctrina y Convenios 97:21.
[18]. Parry, 2001, pág. 257 (Aprendiz 2).
[19]. 2 Nefi 12:5‑6.
[20]. El Libro de Mormón—Introducción (edición de 1993 en español) dice: “Declaré a los hermanos que ël Libro de Mormón era ël más correcto de todos los libros sobre la tierra, y la clave de nuestra religión; y que un hombre se acercaría más a Dios al seguir sus preceptos que los de cualquier otro libro”. Véase también La Perla de Gran Precio, José Smith—Historia 1:59-68.
[21]. John W. Welch, 1969, pág. 6. Compárese José Smith—Historia 1:3, 22-23, 27, 48, 55.

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