Capítulo 14: “¡Cómo terminó el opresor! ¡Cómo acabó la ciudad codiciosa de oro!”


Isaías: Los tiempos del cumplimiento, un comentario versículo por versículo por Iván D. Sanderson, está disponible en forma impresa en Deseret Book y Amazon.com y como un e-libro en español y en inglés para Kindle.

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El Capítulo 14, que continúa el relato de las fatalidades que cayeron sobre Babilonia que se comenzó en el Capítulo 13, contiene cinco partes. La primera, comprendiendo los versículos 1 al 3, proclama la misericordia del Señor sobre Israel, que será recogida para disfrutar del reposo milenario. La segunda parte, comprendiendo los versículos 4 al 11, predice la derrota e ignominia del rey de Babilonia; y la tercera parte, los versículos 12 al 23, iguala al rey de Babilonia con Lucifer que fue arrojado del cielo a causa de su rebelión. La cuarta parte, comprendiendo los versículos 24 al 27, predice y promete que el Señor librará a Su pueblo de la agresión de Asiria; y la quinta parte, los versículos 28 al 32, predice la destrucción de Palestina. Esta profecía se refiere tanto a la Babilonia antigua como a la Babilonia de los últimos días, o sea el mundo pecaminoso antes de la Segunda Venida del Señor. Nefi cita este capítulo por completo con variaciones en varios de los versículos. Compárese con 2 Nefi 24.

En los versículos 1 al 3 Isaías proclama la misericordia del Señor sobre Israel, que será recogida y disfrutará del reposo milenario. El versículo 1 dice: “Porque Jehová tendrá piedad de Jacob, y todavía escogerá a Israel y lo hará reposar en su propia tierra; y extranjeros se juntarán con ellos y se unirán a la casa de Jacob”. “Extranjeros” es traducido de una palabra hebrea que significa “jornaleros”.[1] Los prosélitos que no son del convenio de Abraham que se adhieran a la religión verdadera en los últimos días también ayudarán a cumplir el convenio de Abraham.[2]

El versículo 2 comienza: “Y los tomarán los pueblos y los llevarán a su lugar”— El Libro de Mormón añade una frase aquí: “Sí, desde lejos hasta los extremos de la tierra”.[3] La versión de Reina-Valera continúa con “y la casa de Israel los poseerá como siervos y criadas en la tierra de Jehová; y tomarán cautivos a los que los cautivaron y gobernarán a los que los oprimieron”. Este versículo predice el recogimiento del remanente de la casa de Israel en los últimos días; no serán   más oprimidos, pero gobernarán sobre los que les oprimieron.

Los versículos 1 y 2 contienen un quiasma:

(1) Porque Jehová tendrá piedad de Jacob, y todavía escogerá a Israel
A: y lo hará reposar en su propia tierra;
B: y extranjeros se juntarán con ellos
C: y se unirán a la casa de Jacob.
D: (2) Y los tomarán los pueblos
D: y los llevarán a su lugar, sí, desde lejos hasta los extremos de la tierra;
C: y la casa de Israel
B: los poseerá
A: como siervos y criadas en la tierra de Jehová….

“En su propia tierra” se compara con “en la tierra de Jehová”. La tierra prometida a los hijos de Israel se declara como la tierra del Señor. “Y extranjeros se juntarán con ellos” complementa “los poseerá”, indicando que sus opresores anteriores los servirán a los hijos de Israel. “La casa de Jacob” es equivalente a “la casa de Israel”; “los tomarán” se asemeja a “los llevarán a su lugar”. Israel será restaurada a sus propias tierras, habiendo ganado la victoria sobre sus opresores. Aquellos que oprimieron a Israel se unirán con la casa de Jacob y la servirán.

El versículo 3 continúa: “Y acontecerá que en el día en que Jehová te dé reposo de tu dolor, y de tu temor y de la dura servidumbre en la que te hicieron servir”—[4] El Libro de Mormón dice: Y sucederá en aquel día …”.[5] El versículo subsiguiente continúa la oración, pero cambia el tema.

Los versículos 4 a 11 predicen la derrota e ignominia del rey de Babilonia. El versículo 4 continúa la frase que comenzó en el versículo 3: “tomarás este proverbio contra el rey de Babilonia y dirás: ¡Cómo terminó el opresor! ¡Cómo acabó la ciudad codiciosa de oro!” “Proverbio” significa “máxima moral” o “poema”.[6] El Libro de Mormón añade “Y acontecerá en aquel día” al principio de este versículo,[7] lo que indica que al menos una parte de la profecía se cumpliría en los últimos días. El “proverbio” o poema comprende los versículos 4 a 21.

El versículo 5 dice: “Jehová ha quebrantado el bastón de los malvados, el cetro de los gobernantes”— El paralelismo en esta frase lleva a la conclusión de que los gobernantes vencidos se sumieron en la maldad y el Señor destruyó sus regímenes corrompidos.

El versículo 6 continúa: “el que con ira hería a los pueblos, con golpes incesantes, el que se enseñoreaba de las naciones con furor, en persecución sin impedimento”. “Con golpes incesantes” significa que este gobernante malvado infligiría continuo dolor e injuria sobre el pueblo. Esta declaración describe la maldad del antiguo rey de Babilonia y su contraparte moderno.

El versículo 7 describe las condiciones después de la derrota del tirano: “Toda la tierra descansa y está en calma; han prorrumpido en cánticos”. Indudablemente nadie llora la pérdida de este tirano.

El versículo 8 utiliza una metáfora de árboles para describir el gran alivio sentido por los gobernantes de naciones menores:  “Sí, los cipreses se regocijan a causa de ti, y también los cedros del Líbano, diciendo: Desde que tú pereciste, no ha subido talador contra nosotros”. “Cortador” en el hebreo significa “cortador de árboles”.[8] “Cipreses” se traduce de una palabra hebrea que significa “hayas”, “juníperos”, “abetos” o “pinos”.[9]

Esta metáfora se usó antes por Isaías, en el capítulo 2:

«Porque el día de Jehová de los ejércitos vendrá sobre todo soberbio y altivo, y sobre todo el que se haya ensalzado, y será abatido;
«y sobre todos los cedros del Líbano altos y erguidos, y sobre todas las encinas de Basán…».[10]

Es de notar que la primera frase provee la interpretación para la metáfora.

El versículo 9 continúa el discurso de los gobernantes de naciones menores: “El Seol abajo se estremece ante tu llegada; despierta a los espíritus de los muertos para recibirte, a todos los príncipes de la tierra; ha hecho levantar de sus tronos a todos los reyes de las naciones”.

“El Seol” representa la palabra hebrea sheol, significando el infierno o el mundo de los espíritus difuntos.[11] El significado original no connota un estado de castigo.

En el versículo 10, los príncipes de la tierra continúan mofándose del rey de Babilonia: “Todos ellos darán voces y te dirán: ¿También tú te debilitaste como nosotros y llegaste a ser como nosotros?” El Libro de Mormón registra: “¿También tú te debilitaste como nosotros?…”.[12]

Los versículos 8 a 10 contienen un quiasma:

A: (8) Sí, los cipreses se regocijan a causa de ti,
B: y también los cedros del Líbano, diciendo:
C: Desde que tú pereciste, no ha subido talador contra nosotros.
D: (9) El Seol abajo se estremece ante tu llegada;
E: despierta a los espíritus de los muertos
E: para recibirte,
D: a todos los príncipes de la tierra;
C: ha hecho levantar de sus tronos
B: a todos los reyes de las naciones.
A: (10) Todos ellos darán voces y te dirán: ¿También tú te debilitaste como nosotros y llegaste a ser como nosotros?

“Sí, los cipreses se regocijan a causa de ti” se asemeja a “todos ellos darán voces”. “Los cedros del Líbano” es equivalente a “a todos los reyes de las naciones”; nótese aquí la clave de Isaías del simbolismo de los árboles, los cuales representan los reyes de las naciones. “Desde que tú pereciste” contrasta con “ha hecho levantar de sus tronos”; “el Seol abajo se estremece ante tu llegada” complementa “a todos los príncipes de la tierra”, que ilustra el significado correcto para “el Seol” o sheol. “Despierta a los espíritus de los muertos” y “para recibirte” forman el enfoque del quiasma. Los gobernantes de naciones amenazadas por el rey de Babilonia se alegran de su fallecimiento.

Los príncipes continúan burlándose del rey muerto de Babilonia en el versículo 11: “Descendió al Seol tu soberbia y el sonido de tus arpas; gusanos son tu lecho, y gusanos te cubren”. El Libro de Mormón dice “ya no se oye sonido de tus liras”.[13]

Los versículos 12 al 23 comparan al rey de Babilonia con Lucifer quien fue arrojado del cielo a causa de su rebelión. No sólo se relaciona esta profecía con el rey antiguo de Babilonia; también habrá un equivalente moderno quién, hasta ahora, no se ha manifestado. Este equivalente moderno será tan devoto en promover los propósitos de Satanás como lo fue el rey antiguo de Babilonia.

El versículo 12 es un lamento profético: “¡Cómo caíste del cielo, oh Lucifer, hijo de la mañana! Derribado fuiste a tierra, tú que debilitabas a las naciones”. El rey de Babilonia es simbolizado aquí por Lucifer, un hijo caído de la mañana. “Lucifer” viene de una palabra hebrea que significa “portador de luz” o “estrella de la mañana”;[14] así que el nombre “Lucifer” describe la posición alta en el mundo premortal del cual cayó por su rebelión, para llegar a ser Satanás. La muerte de Lucifer fue espiritual, mientras que la muerte del rey de Babilonia fue física.

A José Smith y a Sidney Rigdon se les mostró la caída de Lucifer y el origen de Satanás en una gran visión:

«Y esto también vimos, de lo cual damos testimonio, que un ángel de Dios que tenía autoridad delante de Dios, el cual se rebeló en contra del Hijo Unigénito, a quien el Padre amaba y el cual estaba en el seno del Padre, fue arrojado de la presencia de Dios y del Hijo,
«y fue llamado Perdición, porque los cielos lloraron por él; y era Lucifer, un hijo de la mañana.
«Y vimos; y he aquí, ¡ha caído, un hijo de la mañana ha caído!»[15]

Los versículos 11 y 12 contienen un quiasma:

A: (11) Descendió
B: al Seol tu soberbia y ya no se oye el sonido de tus arpas;
C: gusanos son tu lecho,
C: y gusanos te cubren.
B: (12) ¡Cómo caíste del cielo, oh Lucifer, hijo de la mañana!
A: Derribado fuiste a tierra, tú que debilitabas a las naciones.

En este quiasma la expulsión de Lucifer del cielo es un símbolo de la muerte del rey de Babilonia. “Descendió” es equivalente a “Derribado fuiste a tierra”; “al Seol” se asemeja a “Cómo caíste del cielo”; y “gusanos son tu lecho” se asemeja a “y gusanos te cubren”. La muerte de Lucifer fue espiritual; la muerte del rey de Babilonia fue física.

El versículo 12 contiene un quiasma:

A: (12)¡Cómo caiste del cielo,
B: oh Lucifer,
B: hijo de la mañana!
A: Derribado fuiste a tierra, tú que debilitabas a las naciones.

“Cómo caiste del cielo” es equivalente a “derribado fuiste a tierra”; es de notar que la primera frase se refiere a Lucifer pero la frase equivalente se refiere al rey de Babilonia. “Lucifer” es sinónimo a “hijo de la mañana”, que provee una definición. Lucifer fue uno de los hijos mayores espirituales de nuestro Padre Celestial, quien disfrutó de gran honor y poder en el mundo premortal antes de su caída ignominiosa. De igual manera, el rey de Babilonia disfrutó de gran gloria y honor antes de su fallecimiento.

Los versículos 13 y 14 continúan el “proverbio”, o máxima moral, describiendo la arrogancia y la rebelión de Lucifer. El versículo 13 dice: “Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo. Levantaré mi trono por encima de las estrellas de Dios y me sentaré sobre el monte de la congregación, hacia los lados del norte”— Según la creencia Babilónica, en el norte era donde moraban los dioses.[16] La ambición ciega de Lucifer es un símbolo de la del rey de Babilonia.

El versículo 14 continúa: “sobre las alturas de las nubes subiré; seré semejante al Altísimo”. Lucifer, tal como el rey de Babilonia, intentó exaltarse, para ser como Dios.

A José Smith y Sidney Rigdon también se les mostró la rebelión de Satanás y su enemistad hacia los santos de Dios: “Porque vimos a Satanás, la serpiente antigua, sí, el diablo, que se rebeló contra Dios y procuró usurpar el reino de nuestro Dios y su Cristo; por tanto, les hace la guerra a los santos de Dios, y los rodea por todos lados”.[17]

El Señor nos da una explicación más amplia sobre esto:

«Y aconteció que Adán, habiendo sido tentado por el diablo, pues, he aquí, éste existió antes que Adán, porque se rebeló contra mí, diciendo: Dame tu honra, la cual es mi poder; y también alejó de mí a la tercera parte de las huestes del cielo, a causa de su albedrío;
«y fueron arrojados abajo, y así llegaron a ser el diablo y sus ángeles;
«y he aquí, hay un lugar preparado para ellos desde el principio, el cual es el infierno.
«Y es menester que el diablo tiente a los hijos de los hombres, de otra manera éstos no podrían ser sus propios agentes; porque si nunca tuviesen lo amargo, no podrían conocer lo dulce».[18]

Los versículos 13 y 14 contienen un quiasma:

A: (13) Tú que decías en tu corazón: Subiré
B: al cielo.
C: Levantaré mi trono por encima de las estrellas de Dios
C: y me sentaré sobre el monte de la congregación,
B: hacia los lados del norte;
A: (14) sobre las alturas de las nubes subiré; seré semejante al Altísimo.

“Subiré” se asemeja a “sobre las alturas de las nubes subiré”; “al cielo” se compara con “hacia los lados del norte”; y “por encima de las estrellas de Dios” refleja “sobre el monte de la congregación”. El deseo de Lucifer de “subir al cielo” y exaltarse “en lo alto junto a las estrellas de Dios” es semejante al deseo del rey de Babilonia a sentarse “por encima de las estrellas de Dios…sobre el monte de la congregación”. Para ambos, su deseo más grande fue el de ascender “sobre las alturas de las nubes”, para ser “semejante al Altísimo”. El obtener poder inigualable fue lo que los motivó grandemente.

La revelación moderna nos proporciona detalles adicionales acerca de la caída de Lucifer:

«Y yo, Dios el Señor, le hablé a Moisés, diciendo: Ese Satanás, a quien tú has mandado en el nombre de mi Unigénito, es el mismo que existió desde el principio; y vino ante mí, diciendo: Heme aquí, envíame a mí.  Seré tu hijo y redimiré a todo el género humano, de modo que no se perderá ni una sola alma, y de seguro lo haré; dame, pues, tu honra.
«Pero, he aquí, mi Hijo Amado, que fue mi Amado y mi Escogido desde el principio, me dijo: Padre, hágase tu voluntad, y sea tuya la gloria para siempre.
«Pues, por motivo de que Satanás se rebeló contra mí, y pretendió destruir el albedrío del hombre que yo, Dios el Señor, le había dado, y que también le diera mi propio poder, hice que fuese echado abajo por el poder de mi Unigénito;
«y llegó a ser Satanás, sí, el diablo, el padre de todas las mentiras, para engañar y cegar a los hombres y llevarlos cautivos según la voluntad de él, sí, a cuantos no quieran escuchar mi voz».[19]

El élder Joseph Anderson explicó este pasaje:

«Se nos da a entender que mientras estuvimos en la existencia premortal, en ese estado espiritual,  los espíritus tienen su libre albedrío, que habían diferentes grados de la obediencia, y varios niveles de la rectitud. Lucifer ejercitó su libre albedrío cuando él se rebeló contra el Padre, pero él tuvo que pagar las consecuencias por esa rebelión y aún lo hace, tal como lo hacen los espíritus que le siguieron. Ellos fueron negados del privilegio de tomar sobre sí la mortalidad, y esto ha sido una gran maldición y desilusión para ellos».[20]

Continuando, el versículo 15 desprecia al rey de Babilonia y su equivalente moderno aún más: “Pero tú has sido derribado hasta el Seol, a los lados del abismo”.

Los versículos 13 al 15 contienen un quiasma:

(13) Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo. Levantaré mi trono por encima de las estrellas de Dios y me sentaré sobre el monte de la congregación,
A: hacia los lados del norte;
B: (14) sobre las alturas de las nubes subiré;
C: seré semejante al Altísimo.
C: (15) Pero tú has sido derribado
B: hasta el Seol,
A: a los lados del abismo.

Los elementos que se asemejan en el quiasma forman una serie de contrastes literarios. “Hacia los lados del norte” contrasta con “a los lados del abismo”. “Sobre las alturas de las nubes subiré” es opuesto a “hasta el Seol”; y “seré semejante al Altísimo” contradice “tú has sido derribado”. El lado ascendente del quiasma describe las elevadas pero malvadas ambiciones que caracterizan a Lucifer y al rey de Babilonia; el lado descendente describe el resultado ignominioso.

Los versículos 16 y 17 plantean una pregunta retórica. El versículo 16 dice: “Los que te vean te mirarán fijamente y te considerarán, diciendo: ¿Es éste el hombre que hacía temblar la tierra, que trastornaba los reinos”—  El Libro de Mormón registra “…Te mirarán de cerca los que te vieren …”.[21] Esta declaración se refiere al rey caído de Babilonia y su equivalente moderno. “Te mirarán fijamente” se traduce de una palabra hebrea que significa “entrecerrar los ojos”.[22]

El versículo 17 completa la pregunta retórica que se empezó en el versículo 16: “que puso el mundo como un desierto, que asoló sus ciudades y que a sus presos nunca abrió la cárcel?” Este tirano por excelencia destruyó ciudades, mantuvo a presos, y despobló el mundo detrás de él. El miedo, o el terror, fue la influencia preeminente ejercida por el déspota destronado.

Los versículos 18 y 19 contrastan el trato del rey vencido de Babilonia con los entierros de otros reyes. El versículo 18 comienza: “Todos los reyes de las naciones, todos ellos, yacen con honra, cada uno en su morada”. “En su morada” significa “en su sepulcro familiar”.[23]

El versículo 19 continúa la comparación: “Pero tú echado eres de tu sepulcro como vástago abominable, como ropa de muertos pasados a filo de espada, que descendieron al fondo de la fosa, como cuerpo muerto hollado”. El Libro de Mormón dice “como residuo de aquellos que fueron muertos…”.[24] Aquí es fácil visualizar la ropa de los muertos siendo desechada como si no valiera nada. Sin embargo, la interpretación del Libro de Mormón de “residuo” justifica la comparación adicional. Es de notar que “vástago” es equivalente quiásticamente a “ropa” o “residuo”, reiterando que la interpretación del Libro de Mormón es la opción más lógica. Esto deja poca posibilidad de que la interpretación del Libro de Mormón resultó de un error en la transcripción. “Vástago abominable” significa “una rama rechazada, podada y desechada”.[25]

El versículo 20 revela la razón de esta ignominia: “No serás contado con ellos en la sepultura, porque tú destruiste tu tierra, mataste a tu pueblo. No será nombrada jamás la descendencia de los malignos”.

Los versículos 17 a 20 contienen un quiasma:

A: (17) ¿…que puso el mundo como un desierto, que asoló sus ciudades y que a sus presos nunca abrió la cárcel? (18) Todos los reyes de las naciones, todos ellos, yacen con honra, cada uno en su morada.
B: (19) Pero tú echado eres de tu sepulcro
C: como vástago abominable,
C: como residuo de muertos pasados a filo de espada, que descendieron al fondo de la fosa, como cuerpo muerto hollado.
B: (20) No serás contado con ellos en la sepultura,
A: porque tú destruiste tu tierra, mataste a tu pueblo. No será nombrada jamás la descendencia de los malignos.

“Que puso el mundo como un desierto” complementa “porque tú destruiste tu tierra, mataste tu pueblo”; “tú echado eres de tu sepulcro” es clarificado por “no serás contado con ellos en la sepultura”; “como vástago abominable” es explicado por “como residuo de muertos pasados a filo de espada.” y “vástago” es sinónimo de “residuo”, lo cual forma el foco central del quiasma. Es de notar que las declaraciones centrales son sinónimas cuando se usa la redacción del Libro de Mormón, indicada en letra cursiva.

El versículo 21 continúa: “Preparad matadero para sus hijos por la iniquidad de sus padres; no se levanten, ni posean la tierra ni llenen de ciudades la faz del mundo”.[26] No sólo fue el rey de Babilonia destruido y su cadáver profanado; sus hijos serian muertos también, para que otra generación malvada no surgiera para reanudar un régimen malvado.[27] El tratamiento divinamente mandado para los tiranos derrocados y sus herederos es la exterminación, para prevenir el surgimiento de otra dinastía malvada.

El Señor soporta esta cruel atrocidad aparente, según lo explicado en el versículo 22: “Porque yo me levantaré contra ellos, dice Jehová de los ejércitos, y borraré de Babilonia el nombre y los sobrevivientes, la descendencia y la posteridad, dice Jehová”.

Los versículos 21 y 22 contienen un quiasma:

A: (21) Preparad matadero para sus hijos
B: por la iniquidad de sus padres;
C: no se levanten,
D: ni posean la tierra
D: ni llenen de ciudades la faz del mundo.
C: (22) Porque yo me levantaré contra ellos, dice Jehová de los ejércitos,
B: y borraré de Babilonia
A: el nombre y los sobrevivientes, la descendencia y la posteridad, dice Jehová.

“Sus hijos” complementa “el nombre y los sobrevivientes, la descendencia y la posteridad”, que proporciona un significado ampliado. “La iniquidad de sus padres” se compara con “Babilonia”. Este significado simbólico es bien conocido, pero aquí Isaías establece la connotación a través de la estructura del quiasma. “No se levanten” contrasta con “porque yo me levantaré contra ellos”, que describe el propósito del Señor para la destrucción decretada. “Ni posean la tierra”se asemeja a “ni llenen de ciudades la faz del mundo”, los cuales forman el enfoque central y describen el resultado deseado.

El versículo 23 nos recuerda que Babilonia nunca volverá a ser habitada: “Y la convertiré en posesión de erizos y en aguas pantanosas; y la barreré con escoba de destrucción, dice Jehová de los ejércitos”.[28] “Erizo” es un mamífero insectívoro que tiene pelos espinosos en su espalda y a los costados de su cuerpo que sirven como protección contra animales de rapiña.

La cuarta parte de este capítulo, que comprende los versículos 24 al 27, representa un cambio abrupto en el tema. En esta parte se predice y se promete que el Señor libertará a Su pueblo de la agresión de Asiria. Isaías predijo este acontecimiento anteriormente en el capítulo 10.[29] El cumplimiento antiguo de esta profecía está registrado en 2 Reyes 18 y 19 y en Isaías 36 y 37.

Los versículos 24 y 25 describen la destrucción de los Asirios. El versículo 24 comienza: “Jehová de los ejércitos ha jurado, diciendo: Ciertamente se hará de la manera que lo he pensado, y como lo he determinado, será confirmado”— El Señor jura que será como Él lo pensó y planeó, que Él derrotará al ejército de Asiria.

El versículo 25 continúa la frase: “quebrantaré al asirio en mi tierra y en mis montes lo hollaré; y su yugo será apartado de ellos, y su carga será quitada de sus hombros”. [30] El Libro de Mormón substituye traeré por “quebrantaré”.[31] “En mi tierra y en mis montes lo hollaré” significa que iba a suceder en Judá;[32] además, resultaría en el fin de la subordinación de Judá a Asiria.

El cumplimiento de esta profecía se llevó a cabo cuando 185.000 hombres del ejército Asirio fueron muertos durante la noche a manos del ángel del Señor, mientras tenían sitiada a la ciudad de Jerusalén:

«Y aconteció que esa misma noche salió el ángel de Jehová y mató en el campamento de los asirios a ciento ochenta y cinco mil; y cuando se levantaron por la mañana, he aquí, no había más que cuerpos de muertos.
«Entonces Senaquerib, rey de Asiria, partió, y se fue y volvió a Nínive, donde permaneció.
«Y aconteció que mientras él adoraba en el templo de Nisroc, su dios, Adramelec y Sarezer, sus hijos, lo mataron a espada y huyeron a la tierra de Ararat. Y reinó en su lugar su hijo Esar-hadón».[33]

El versículo 26 dice: “Éste es el propósito acordado para toda la tierra, y ésta es la mano extendida contra todas las naciones”. El “propósito” es que finalmente todas las naciones del mundo serán derrocadas de esta manera.[34] Este acontecimiento, aunque fue cumplido antiguamente, es un símbolo para acontecimientos semejantes en los últimos días.

El versículo 27 reafirma la voluntad del Señor, así como en el versículo 24: “Porque Jehová de los ejércitos lo ha determinado, ¿y quién lo impedirá? Y su mano extendida, ¿quién la hará volver atrás?”[35]

La parte final de este capítulo, que comprende los versículos 28 a 32, predice la destrucción de Palestina. El versículo 28 dice: “El año en que murió el rey Acaz vino esta profecía”. Esta profecía es un mensaje de fatalidad levantado contra Palestina.[36] El año en que el rey Acaz murió fue aproximadamente en el 730 años aC.[37]

Durante un tiempo los filisteos habían sido subyugados por Judá; sin embargo, en el versículo 29 los filisteos son advertidos contra el regocijarse por la caída eventual de Judá: “No te alegres tú, Filistea toda, por haberse quebrado la vara del que te hería”— “Filistea” quiere decir “Palestina”, y quiere decir “tierra de los filisteos”, o “tierra de los jornaleros o extranjeros”.[38] Continuando: “porque de la raíz de la culebra saldrá el áspid, y su fruto será una ardiente serpiente voladora”. El significado es que aunque Judá sería subyugada y finalmente destruida, los opresores subsiguientes de Palestina serían progresivamente peores, resultando últimamente en su destrucción. Así, Palestina no tendría razón para regocijarse por la destrucción de Judá.

El versículo 30 continúa la misma oración: “Y los primogénitos de los pobres serán apacentados, y los menesterosos se acostarán seguros; pero yo haré morir de hambre tu raíz, y se matará a tus sobrevivientes”.[39] A pesar de la destrucción predicha de Judá a manos del rey de Babilonia, ésta sería reestablecida; sus pobres e indigentes serían alimentados por gobernantes buenos. Por otra parte, la Palestina malvada será aniquilada: “pero yo haré morir de hambre tu raíz, y se matará a tus sobrevivientes”. “Raíz” significa antepasados; “sobrevivientes” o “remanente” significa descendientes. La voz es la de Jehová; los ejércitos invasores representarían al Señor al llevar a cabo Su voluntad.

Continuando con el versículo 31: “Aúlla, oh puerta; clama, oh ciudad; disuelta estás por completo, Filistea; porque humo vendrá del norte, no quedará uno solo en sus asambleas”. La última frase de este versículo revela que “humo” significa un ejército bien disciplinado. La frase “no quedará uno solo en sus asambleas” es presentada de forma distinta en varias traducciones Bíblicas.  En la Basic English Bible [Biblia inglesa básica] se presenta “cada uno mantiene su lugar en la línea”, y en la New American Standard [Nueva estándar americana] se presenta “no hay rezagados en sus filas”.[40]

Los versículos 29 a 31 contienen un quiasma:

A: (29) No te alegres tú, Filistea toda, por haberse quebrado la vara del que te hería;
B: porque de la raíz de la culebra saldrá el áspid, y su fruto será una ardiente serpiente voladora.
C: (30) Y los primogénitos de los pobres serán apacentados,
C: y los menesterosos se acostarán seguros;
B: pero yo haré morir de hambre tu raíz, y se matará a tus sobrevivientes.
A: (31) Aulla, oh puerta; clama, oh ciudad; disuelta estás por completo, Filistea; porque humo vendrá del norte, no quedará uno solo en sus asambleas.

“No te alegres tú, Filistea toda” se asemeja a “Aulla, oh puerta; clama, oh ciudad; disuelta estás por completo, Filistea” la cual predice la destrucción de Palestina. “La raíz de la culebra” complementa “yo haré morir de hambre tu raíz”, indicando que la destrucción total de Palestina a manos de Asiria ocurriría bajo el mando de un gobernante tiránico que sería peor que sus dos precursores. “Los primogénitos de los pobres serán apacentados” corresponde a “los menesterosos se acostarán seguros”, que forman el enfoque del quiasma. A pesar de que Palestina sería destruida por un ejército invasor, últimamente Judá sería restaurada, y el Señor cuidaría a sus pobres y menesterosos.

El versículo 32 amplia el significado del versículo 30: “¿Y qué se responderá a los mensajeros de la nación? Que Jehová fundó a Sión, y que a ella se acogerán los afligidos de su pueblo”. En otras palabras, “¿Qué reportarán los emisarios de varias naciones con respecto a la destrucción de Palestina?” La respuesta, en la frase final, es: “Que Jehová fundó a Sión, y que a ella se acogerán los afligidos de su pueblo”. El Señor sostendrá a Su pueblo justo en su necesidad; la rectitud personal es la clave para la sobrevivencia. El significado de “Sión” es Jerusalén bajo un gobierno justo; también, significa un sitio del recogimiento espiritual en los últimos días.[41]

Notas


[1]. F. Brown, S. Driver, y C. Briggs, The Brown-Driver-Briggs Hebrew and English Lexicon [Léxico Hebreo e Inglés de Brown, Driver y Briggs]: Hendrickson Publishers, Peabody, MA, 01961-3473, 1996, Número de Strong 1616, pág. 158.
[2]. Véase Génesis 22:15-18.
[3]. 2 Nefi 24:2.
[4]. Los versículos 2 y 3 contienen un quiasma: Siervos y criadas/tomarán cautivos a los que los cautivaron/dolor/temor/dura servidumbre/servir.
[5]. 2 Nefi 24:3.
[6]. Brown et al., 1996, 1996, Número de Strong 4912, pág. 605.
[7]. 2 Nefi 24:4.
[8]. Isaías 14:8, nota al pie de página 8c.
[9]. Brown et al., 1996, Número de Strong 1265, pág. 141.
[10]. Isaías 2:12-13. Véase Isaías 9:18; 10:18-19, 33-34; 29:17; 32:15; 37:24; 55:12.
[11]. Isaías 14:11, nota al pie de página 11a; ver Bible Dictionary [Diccionario bíblico]—Hell [infierno].
[12]. 2 Nefi 24:10.
[13]. 2 Nefi 24:11.
[14]. Brown et al., 1996, Número de Strong 1966, pág. 237.
[15]. Doctrina y Convenios 76:25-27.
[16]. Véase Isaías 14:13, nota al pie de página 13e.
[17]. Doctrina y Convenios 76:28-29.
[18]. Doctrina y Convenios 29:36-39.
[19]. Moisés 4:1-4.
[20]. Joseph Anderson, “A Testimony of Christ [Un testimonio de Cristo]”, Ensign, Nov. 1974, pág. 101.
[21]. 2 Nefi 24:16.
[22]. Brown et al., 1996, Número de Strong 7200, pág. 906; véase también Isaías 14:16, nota al pie de página 16b.
[23]. Brown et al., 1996, Número de Strong 1004, pág. 108.
[24]. 2 Nefi 24:19.
[25]. Brown et al., 1996, Número de Strong 5432, pág. 666; véase también Isaías 14:19, nota al pie de página 19a.
[26]. Los versículos 20 y 21 contienen un quiasma: Porque tú destruiste tu tierra/la descendencia de los malignos/preparad matadero para sus hijos/no se levanten, ni posean la tierra.
[27]. Véase Isaías 14:21, nota al pie de página 21a.
[28]. Véase Isaías 13:19-22; véase también Isaías 34:11-15.
[29]. Isaías 10:24-34.
[30]. El versículo 25 contiene un quiasma reconocido en el hebreo original: Apartado de ellos/su yugo/carga será quitada/de sus hombros. En Donald W. Parry, Harmonizing Isaiah [La armonización de Isaías]: Foundation for Ancient Research and Mormon Studies (FARMS) [Fundación para Investigación Clásica y Estudios Mormones] en Brigham Young University, Provo, Utah, EE.UU., 2001, pág. 259.
[31]. 2 Nefi 24:25.
[32]. “Montes” significa “naciones”; véase Isaías 2:2, 14 y 2 Nefi 12:2, 14; Isaías 11:9; 13:2, 4; 30:25 y su respectivo comentario.
[33]. 2 Reyes 19:35-37. Véase también Isaías 10:33-34 y su respectivo discusión.
[34]. Véase Isaías 14:26, nota al pie de página 26b.
[35]. Los versículos 24 al 27 contienen un quiasma: Ciertamente se hará de la manera que lo he pensado/quebrantaré al asirio en mi tierra/en mis montes lo hollaré/su yugo será apartado/su carga será quitada/este es el propósito acordado para toda la tierra/ésta es la mano extendida contra todas las naciones/porque Jehová de los ejércitos ha determinado, ¿y quién lo impedirá?
[36]. Brown et al., 1996, Número de Strong 4853, pág. 672.
[37]. Véase Diccionario Bíblico—Cronología.
[38]. Brown et al., 1996, Número de Strong 6429, pág. 814.
[39]. El versículo 30 contiene dos quiasmas reconocidos en el hebreo original: Serán apacentados/los pobres/los menesterosos/se acostarán seguros. Tu raíz/haré morir/matará/tus sobrevivientes. En Parry, Harmonizing Isaiah [Armonizando a Isaías], 2001, pág. 259.
[40]. Una amplia variedad de traducciones de la Biblia está disponible en “The Unbound Bible [La Biblia no encuadernada]”, en el Internet en http://unbound.biola.edu. El sitio web es proporcionado y mantenido por la Universidad de Biola, computación administrativa, 3800 Biola Ave., La Mirada, California 90639.
[41]. Véase Isaías 1:8 y su respectivo comentario. Véase también Salmos 102:13, 16; 129:5; 132:13; Isaías 1:27; 2:3; 4:5; 24:23; 28:16; 31:9; 35:10; 46:13; 51:16; 52:7, 8; 59:20.

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